Trastornos de la Conducta

Navidad 2020 y Trastornos de conducta: Época para el cambio

24 de Diciembre, 2020 Adrián Perea

La Navidad de este año no tiene precedentes en la historia reciente. La pandemia que vivimos hace que las limitaciones impuestas por las autoridades competentes sean las más restrictivas de la vida de muchos. Si para la población está resultando un choque emocional, que a pesar de los esfuerzos no pasa desapercibido para nadie, para el adolescente aún más el tiempo se vuelve finito y cada segundo cuenta como una pérdida de oportunidad de experimentar nuevos sabores.

 

Esta imposición de la ley puede vivirse en cada familia de diversos modos. Para algunos progenitores será una ayuda a la hora de acordar normas de convivencia como la hora de llegada, “está todo cerrado, lo dice el gobierno”. Para otros, la demostración de que su adolescente se rebela contra la norma, que no es igual hacer un mal uso de la mascarilla, que desafiar un toque de queda.

 

Lo cierto es que resulta fácil poner nuestro enfado en el otro, proyectar mis conflictos internos en la autoridad. Lo difícil sería hacer el ejercicio en dirección opuesta, ¿qué me está pasando a mí? Preguntarse cómo estoy, es una de las asignaturas pendientes. No es casualidad que en las noticias aparezca constantemente que se disparan el número de consultas psicológicas, cuando no hay tanta estimulación fuera para distraernos, no nos queda otra que mirar adentro.

 

Si hablamos de adolescentes con problemas en el autocontrol del comportamiento y dificultad en la regulación de sus emociones, al recortar los márgenes de movilidad se observan con mayor facilidad este tipo de conflictos. Este es un buen momento para pedir ayuda profesional, ya que es una puerta que invita a mirarse. Más aún si hablamos de conductas que violan los derechos de los demás o desafían las normas o a las figuras de autoridad. En nuestras manos queda vivirlo como un calvario o bien como una oportunidad para el cambio.

Cuando un adolescente tiene este tipo de problemas, las causas pueden variar sustancialmente entre individuos: duelo, desamor, pérdida de amistad, situación actual o pasada de bullying, abuso, amenazas, trauma, historia de vida compleja, adopción…

Y la sintomatología que expresan muy dispar, dependiendo si el carácter de la persona es más interiorizante o externalizante: fracaso escolar, absentismo, complejos con la imagen, baja autoestima, consumo de tóxicos, adicciones comportamentales como un excesivo uso del móvil o videojuegos, falta de cuidado personal, desorganización, insomnio, conductas de riesgo, exposición a peligros, violencia, agresiones a otros y a sí mismos como autolesión, intención autolítica, violencia intrafamiliar…

 

En la intervención bio-psico-social realizada en el Centro residencial Ita-ACUDE, los adolescentes y sus familias se entrenan en diferentes ámbitos.

A nivel familiar, se trabaja el rechazo que se puede llegar a sentir entre miembros para restablecer los vínculos familiares. Se explica qué conductas son adecuadas y cuales demuestran negligencia. Se acuerdan normas de crianza coherente, que tengan unos límites estables, sin llegar a ser una disciplina severa, inflexible, donde el adolescente tiene un lugar seguro y se tiene en consideración sus necesidades. Se trabaja el modo de comunicación para que exista supervisión y se respete la intimidad de cada miembro del sistema. En caso de necesidad, se presta ayuda individualizada a los miembros de la familia que la requiera.

A nivel social se trabajan las habilidades de comunicación con los compañeros, la asociación con iguales para practicar cooperación y apoyo grupal saludable, o identificar lugares expuestos a peligros y cómo evitarlos. Se aprende a divertirse de forma sana.

A nivel de salud personal, se apuesta por un intenso programa de educación en hábitos de autocuidado, higiene, orden y organización de horarios que ayudan a recuperar rutinas saludables. En el diseño de la jornada se incluyen actividades cotidianas de limpieza y deporte.

En el plano psicológico, el trabajo que realizan los especialistas está enfocado en el proceso de crecimiento personal. Darse cuenta de quién soy a través de mi historia personal. Observar qué me está pasando y encontrar una explicación, entender. Fortalecer debilidades y expandir virtudes, practicar el autoapoyo para establecerme en el presente y responsabilidad para hacerme cargo de las consecuencias de mis actos y crear un proyecto de vida.

Director de Acude Málaga